miércoles, 9 de enero de 2019

Fue un gusto verte

     En Diciembre pasado, días antes de Navidad, me encontré casualmente con Susana.  Ella fue compañera de trabajo en la década del 90, y no nos habíamos visto desde hace mucho tiempo.   Nunca fuimos amigas,  sólo compartimos aspectos del ámbito laboral, con mucha cordialidad.    El encuentro fue nada menos que en plena plaza principal.  Ella iba con varias bolsas grandes de regalos y nos sentamos en un banco frente a la pileta. La conversación fue mas o menos así:

- Como estás Susana, que es de tu vida?
- Bien, ando comprando los regalos porque me voy el fin de semana a Santiago. Pasaré la navidad con mi hijo Jorge, tu sabes, el que obtuvo un doctorado en España. (no tenía conocimiento de ese hijo, una vez y en el trabajo, recuerdo haber visto a una niña) ) Ahora, él se está comprando un departamento en Las Condes,  porque el que tiene se lo quiere dejar a "la Pili".   Se lo merece, mi nieta Pili es un encanto, le queda un año para terminar la carrera de Leyes, es muy inteligente.  Estudia en la Chile, por supuesto. Y el Año Nuevo, lo pasaremos en Viña, tu sabes que el año pasado se compró allí, un departamento espectacular (cómo iba a saber eso) y  con una vista fantástica....

  Embobada con la vista al mar de tan espectacular departamento,....sonó la sirena que anuncia el medio día.

- Oh...ya son las 12...me voy,  me quedan muchas cosas, tengo que hacer galletas para llevarle a "la Pili"....le encantan mis galletas, si son de miel o de coco, sus preferidas.   ¡Fue un gusto verte!......Un abrazo y se fue.

    Me quedé allí sentada por un buen rato. Nada supe de ella, nada me preguntó.  Una extraña sensación me invadió. Y me dije: ¿no te estará invadiendo la  envidia?   Piensa!  Piensa!  Cómo fue de cariñosa contigo,  te dijo: "Fue un gusto verte".  Me sonreí, ajusté mi cartera y me fui entre otros transeúntes, también con bolsas de regalo.