Esta semana, me ha sorprendido la portada de un diario de circulación nacional. Mostraba la foto de un niño y su tío (no sé por que la del tío) con un titular más o menos así: "vídeo viral convirtió al niño en un rockstar: le piden selfies y saludos de cumpleaños"
Leyendo la crónica, me entero que se trata de un vídeo, que muestra a un niño de 13 años, enterrando en el patio de su casa, a su mascota fallecida, una cata de nombre "chimuelo". Nada excepcional ni sorprendente. Todos los que hemos perdido una mascota, sabemos lo que eso significa, y a ese cuerpo inerte lo tratamos con dignidad y respeto. No permitiríamos jamás, que llegue a la basura, y ya sea en nuestro patio o en un parque, junto a nuestros hijos le damos sepultura. Así, dando el consuelo que necesitan, los educamos en el valor de la vida y el significado de la muerte.
Al día siguiente, otras publicaciones se refieren a lo mismo. Pero, ya no era sólo el vídeo, porque una línea aérea, una marca de preservativos y otras empresas, se habían colgado de éste, para hacer publicidad y que hay una disputa legal por la marca "chimuelo". Todo un revuelo inconcebible y retorcido que los medios de comunicación recogieron y ensalzaron.
No sé que pensar. Cómo la nobleza y respeto de enterrar a una mascota fallecida, se pudo convertir en un vil espectáculo. Y.... me queda la duda, si la grabación de ese íntimo y reservado momento, tuvo o no, tan miserable propósito. Sería una decepción.
Por eso, no he visto ni quiero ver el vídeo.
Al día siguiente, otras publicaciones se refieren a lo mismo. Pero, ya no era sólo el vídeo, porque una línea aérea, una marca de preservativos y otras empresas, se habían colgado de éste, para hacer publicidad y que hay una disputa legal por la marca "chimuelo". Todo un revuelo inconcebible y retorcido que los medios de comunicación recogieron y ensalzaron.
No sé que pensar. Cómo la nobleza y respeto de enterrar a una mascota fallecida, se pudo convertir en un vil espectáculo. Y.... me queda la duda, si la grabación de ese íntimo y reservado momento, tuvo o no, tan miserable propósito. Sería una decepción.
Por eso, no he visto ni quiero ver el vídeo.